viernes, 3 de agosto de 2018

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OTRAS DOMESTICACIONES



Domesticación de insectos: Abejas. Gusano de seda. Domesticación de caracoles. Domesticación de la oreja de mar o abulón.


La domesticación de insectos
En este apartado de otras domesticaciones no pueden faltar los insectos como las abejas o las mariposas de la seda, aunque los primeros más que domesticados podríamos decir que fueron semidomesticados, especialmente si entendemos por semidomesticadas aquellas especies que reúnen los siguientes requisitos (1):
-está integrada a la cultura humana
-se mantiene bajo el control del hombre para un propósito definido
-depende de éste para su sobre vivencia.

- Abejas (Apis mellifera). La especie actualmente conocida como abeja europea, abeja doméstica o abeja melífera (Apis mellifera) tiene su origen en un antiguo linaje de abejas que anidan en cavidades y que llegó a Europa desde Asia hace unos 300.000 años. Estas abejas de origen asiático se extendieron y adaptaron rápidamente a través de Europa y África. Sin embargo, lo que no está claro es cuando llegó la Apis mellifera europea al continente americano, donde algunas tribus indígenas ya explotaban colonias de Trigonas y Meliponas (vulgarmente conocidas como abejas sin aguijón), mucho menos productoras de miel y cera que la Apis mellifera europea. Los historiadores ingleses documentan envíos de abejas europeas desde su país a sus colonias del norte de América en las primeras décadas del siglo XVII. No obstante, de documentación obtenida en el Archivo de Indias, investigadores españoles especulan con que colmenas de abejas procedentes de España llegasen a la isla de Cuba ya en 1.543. En cualquier caso no es malo recordar las dificultades objetivas de efectuar con probabilidades de éxito el envío de estos insectos en las naos de la época de los grandes descubrimientos (2).
En el proceso de domesticación, esto es de pasar de silvestres a domésticas, en estas abejas no se produjeron grandes cambios genéticos, fisiológicos o morfológicos que el hombre seleccionara. La selección fue la mansedumbre, el resto son variables de la selección natural (3). Así, la línea divisoria entre las abejas domésticas y silvestres es muy fina. A pesar de haberse seleccionado las colmenas durante miles de años es sabido que en cualquier momento las abejas pueden abandonar la colmena por un hueco de árbol sin mayor problema y en numerosas oportunidades sobreviven sin mayores inconvenientes, lo cual podríamos definir como un alto grado de readaptación a la vida salvaje.
En este punto conviene diferenciar el grado de adaptación al ambiente de diferentes razas de Apis mellifera (3), porque a pesar de haber transcurrido muchos siglos de importación de colmenas a Brasil de abejas de raza europeas, éstas nunca llegaron a vivir en estado silvestre o rústico, como lo hicieron los híbridos de abejas africaniza-das de abejas africanas Apis mellifera scutellata con abeja criolla Apis mellifera del continente Americano; que inmediatamente invadieron la región tropical y subtropical del continente tanto al norte como al sur. Esa es la razón de que se habla de razas domésticas y no de especies domésticas. Las que definiríamos domésticas en nuestro continente (abeja europea) no se comportan de la misma manera en Europa donde, como hemos visto, sí se tornan silvestres.
Las primeras noticias de la relación entre el hombre y la abeja se remontan a poco después de la última de las grandes glaciaciones, hace unos 10.000 años (4). Son de aproximadamente esta época las pinturas rupestres que se conservan, en las que se representan escenas de recolección de panales en árboles o abrigos rocosos. En las pinturas rupestres del mesolítico presentes en la Cueva de la Araña, en Bicorp (Valencia), proliferan escenas de la recolección de la miel; si bien es difícil determinar su origen, se calcula que estas pinturas podrían datar entre 7.000 y 8.000 años de antigüedad. En el Mesolítico 10.000 a 5.000 años a. C., el ser humano comienza la recolección de miel de colmenas silvestres y es en el Neolítico cuando aprendió a controlar las abejas y enjambres (5). La explotación de las abejas de la miel por parte de las comunidades agrícolas del Neolítico coincidiría con los inicios de la agricultura.
 Conforme se avanzaba en la explotación de las comenas silvestres, se buscaron formas y métodos para transportarlas hasta la cercanía de las casas o motivar a las abejas para que hicieran sus nidos junto a las aldeas. El hombre pasó de ejercer una actividad recolectora a proporcionar a las abejas un habitáculo, fabricado por él con diversos materiales, para que pudieran anidar y construir los panales en su interior. Este recipiente, llamado posteriormente colmena, permitía tener las colonias de abejas en un lugar cercano y accesible para cosechar con mayor facilidad la miel y otros productos apícolas. El equipo de Mélanie Roffet-Salque de la Universidad de Bristol (6) especula con que la domesticación de la abeja o Apis mellifera, podrían remontarse hasta la Edad de Piedra, siendo los residuos de cera de abeja más antiguos datados por el equipo del 7.000 a. C. y proceden de un yacimiento de Anatolia ubicado en el sudeste de Turquía. La cerámica con restos de cera de abejas procedente de otros lugares era de los Balcanes (5.500 a. C. – 4.500 a. C.), y del norte de África (en torno al 5.000 a. C.). También han podido comprobar cómo el aprovechamiento de los productos de este insecto, Apis mellifera, se fue extendiendo por Europa, Oriente Próximo y norte de África en paralelo a la agricultura y la ganadería.
En las civilizaciones mediterráneas se fue gestando la apicultura durante el periodo comprendido entre los 8.000 y los 4.000 años antes de Cristo (4). Se conservan colmenas ibéricas consistentes en cilindros de arcilla alargados que se colocaban en posición horizontal, de unos 200 años antes de Cristo. Por su parte, los griegos utilizaban cacerolas de arcilla mientras que los romanos de madera, barro o incluso tejidas con tallos de hinojo o ramas de mimbre, siempre con orientación horizontal.
Mientras los romanos practicaban ya una auténtica apicultura, en el norte de Europa imperaba la recolección de miel. En los bosques, las abejas solían anidar en el interior de cavidades de los troncos. Progresivamente se pasó de localizar enjambres silvestres a tallar o excavar troncos para tener colonias bien localizadas y esto impulsó la apicultura basada en las colmenas-tronco. Se cortaban los panales y se destruían las colmenas fuertes y débiles, dejando las intermedias para la cosecha del año siguiente. Los nidos expoliados se poblaban naturalmente con enjambres de primavera. En ciertas zonas de Europa, Oriente Medio y norte de África también se practicaba una apicultura “fijista” basada en colmenas-cesto trenzadas con diversos materia-les vegetales.

- Gusano de seda. El gusano de seda (Bombyx mori) originario de China, es el único insecto completamente domesticado que existe. Hoy en día la polilla del gusano de seda sólo vive en la cautividad alimentándose exclusivamente de las hojas de las moreras (Morus alba). Los gusanos de seda se han domesticado tanto que ya no pueden sobrevivir independientemente en la naturaleza, especialmente desde que perdieron la habilidad de volar. Todas las poblaciones salvajes están extintas, aunque hay probabilidades de que existan parientes lejanos en Asia. 
La domesticación de los gusanos (7) se remonta a más de 5.000 años, según indican tanto el registro arqueológico como los datos genéticos y fue un acontecimiento único, es decir, que en algún momento se recolectó un gran número de ellos en un corto periodo de tiempo y de aquella población inicial derivan los gusanos de seda explotados actualmente en numerosas regiones del mundo. Si bien se sabe que la domesticación ocurrió en China, no así la zona específica del origen de esta domesticación, ni sí se recogieron en un único lugar geográfico o en varios.
La selección artificial de los gusanos ha actuado a lo largo de miles de años favoreciendo características de interés económico como el mayor tamaño del capullo, la superior expresión de la glándula productora de seda o la alta tasa de crecimiento y de reproducción. Actualmente hay más de mil estirpes de gusanos de seda productivos
El Bombyx mandarina es considerado como el  antepasado más probable de todos los gusanos de seda del mundo que vive en estado salvaje en Japón, gran parte de China, Corea y otras zonas de Asia (8). Esta teoría tomó mayores visos de verosimilitud cuando en 1.959 se encontró en Manchuria una variedad de B. mandarina con 28 cromosomas, quizá fase intermedia en la evolución. Sin embargo, investigadores del Instituto de Genómica de Pekín (7) han constatado que los gusanos domesticados (Bombyx mori) y los salvajes (Bombyx mandarina) están claramente separados genéticamente.
Las primeras referencias a la cría del gusano Bombyx mori por el hombre para la obtención de seda datan de 3.400 a. C., en las regiones cálidas de la actual  China donde abundaba el árbol de la morera (9).
Según la tradición china, la seda se descubrió en el año 2.640 a. C., en el jardín del emperador Huang Ti (10). De acuerdo con la leyenda, Huang Ti pidió a su esposa Xi Lingshi que averiguara qué estaba acabando con sus plantas de morera. La mujer descubrió que eran unos gusanos blancos que producían capullos brillantes. Al dejar caer accidentalmente un capullo en agua tibia, Xi Lingshi advirtió que podía descomponerlo en un Fino filamento y enrollar éste en un carrete. Se había descubierto el hilo de seda y con ello la seda que fue un material reservado a la familia real.
Durante muchos años, los chinos lograron conservar el secreto de la producción de la seda por medio de  medidas sumamente drásticas, aplicaban hasta la pena de muerte a quien se atreviera a sacar de su territorio huevecillos, gusanos o mariposas de la especie. La protección de los secretos de la seda fue eficaz durante los siguientes 2.000 años, pero al final estas medidas resultaron poco útiles (9). Hacia el año 600 a. C. los japoneses y persas ya conocían el arte de la seda. En la India la sericicultura se abrió paso a través del Tíbet en el siglo VII a. C. y acabo difundiéndose por Corea y Oriente Próximo.
Cuenta la leyenda (10) que cuando el emperador Justiniano (483565 d.C.) del Imperio romano de Oriente tuvo la idea de enviar a monjes para predicar el cristianismo por oriente, en el año 550 d. C. conocieron los procedimientos para la crianza del gusano y la producción de la seda. Los monjes introdujeron semillas de morera y huevecillos del gusano de seda en el hueco de sus bastones de bambú, logrando así burlar la vigilancia sobre esta especie y sacarla hacia su territorio. Así, de Bizancio pasaría a Grecia.  Ésta es una versión discutible pues hacía tiempo que ya no era un gran secreto. De todas maneras será con los griegos cuando se traslade la sericicultura hacia todo el mediterráneo occidental y el norte de África. De Bizancio, la oruga pasó a Italia y Sicilia en el curso del siglo VII, y al mismo tiempo los árabes la introdujeron en España, único país de Europa que, en el siglo X, fabricaba tejidos de seda. En el curso de los siglos XIII y XIV la oruga se asentó en Francia, comenzando su incursión por la Provenza.
Serán los españoles los que trasladen a América la industria de la seda

La domesticación de los caracoles.
       Los caracoles terrestres son moluscos gasterópodos que realmente más que domesticados están semidomesticados (11) conviviendo tanto en cautividad como en estado salvaje y no fue hasta el siglo XX cuando algunos pioneros, en los años 60, realizaron los primeros intentos de cría verdadera, es decir, controlando todas las fases del ciclo del caracol, incluyendo la producción de crías. Actualmente, ya se puede hablar de la cría de caracoles terrestres helicicultura como una actividad zootécnica reconocida internacionalmente pese a la variedad de sistemas de cría existentes.
De la gran variedad de caracoles comestibles los más cultivados son: Helix aspersa o cryptomphalus aspersa, conocido como caracol común o de jardín, Helix locurom o caracol turco, Otala punctata o caracol cristiano y el Helix pomatia o caracol romano que es el más apreciado por ser el más grande y por su sabor. En España son además populares el Helix otala, que se conoce como caracol cabrilla sobre todo en Andalucia, Helix theba pisana, muy habitual en diversas provincias y Helix eobania, considerado un auténtico producto de lujo. Además de estos es frecuente la cría de Theba pisana, Eobania vermiculata, Cepaea memoralis, Iberus gualtieranus y con menor frecuencia Cepaea hortensis y Cernuella virgata (11). Como se ve una variedad considerable.
La utilización del caracol como animal comestible es tan antigua como la misma humanidad, se han encontrado restos fósiles de moluscos en cavernas prehistóricas del Pleistoceno y del Holoceno en la región circummediterránea desde Cantabria a los Pirineos, sudeste de Francia, Italia y norte de África, sugiriéndose, incluso, que los caracoles terrestres han sido los primeros animales domesticados por el hombre y los primeros criados para su consumo por las comunidades humanas (11). Se podría decir que los habitantes del paleolítico además de cazadores  de  mamuts, eran recolectores de caracoles.
Ya en la Grecia clásica, los griegos fueron grandes consumidores de caracoles y los romanos los consumían de forma habitual en su dieta e idearon los primeros recintos (coclearia) conocidos para criar caracoles. Estos tenían secciones separadas para las diferentes especies.
Según Plinio (23-79 d, C.) (12), fue Fulvius Hirpinus el que estableció en Tarquemia, una ciudad toscana no muy lejos de Roma, la primera coclearia o lugar de cultivo, aproximadamente en el año 50 a.C., en la que engordaban a los caracoles. También es sabido, que en jardines y huertos anexos a las villas y palacios de algunos patricios romanos se disponía de recintos ad usum cochelarium, es decir: donde que los caracoles se guardaban vivos para su posterior consumo en los grandes banquetes (13).
La Edad Media también fue una época de apogeo de los caracoles, aunque no tanto como en la época de Grecia y Roma. Se consumían en abundancia, entre otras razones porque esa “carne de caracol” era apta para la abstinencia cuaresmal. Más tarde parece que el consumo disminuyó, pero resurgió a partir del siglo XIX, manteniéndose hasta nuestros días, que como ya hemos visto a finales del siglo pasado se montaron granjas con caracoles totalmente domésticos, alimentados con piensos balanceados ricos en calcio y complementados por vegetales (14). Estos vegetales,  que como pueden ser las acelgas, col, zanahorias, calabazas o calabacín, aportan numerosas vitaminas al caracol,  pueden ser complementados con plantas aromáticas como el tomillo y el romero para que el caracol adquiera sus aromas y sabor.  

Domesticación de la oreja de mar.
Otro gasterópodo, pero esta vez marino, es la oreja de mar o abulón. Las orejas de mar, desdeñadas durante siglos, se han convertido en el marisco más caro del mundo, por lo que debido a los grandes beneficios que produce y la sobreexplotación se está recurriendo a cultivarlas, y en consecuencia a su domesticación.
La oreja de mar o abulón es un gasterópodo marino del genero Haliotis y de la familia Haliotidae (15): Hay unas 130 especies diferentes de oreja de mar, todas comestibles, y que reciben este nombre por su remota semejanza con una oreja humana. Sus conchas son largas y planas de forma ovalada con la superficie externa convexa y rugosa, arqueada en la región posterior y aplanada en la anterior con una serie de orificios en su margen. Internamente la concha es nacarada, con iridiscencias verdes y rosadas.
Viven en las rocas sumergidas del talud continental y sus dimensiones varían desde los 4 hasta los 30 cm que puede llegar a alcanzar la especie californiana Haliotis rufescens. La alimentación varía según la etapa de desarrollo. Así las larvas, formando parte del plancton, se alimentan de algas microscópicas y animales planctónicos. Al crecer se fijan al sustrato y pasan a consumir principalmente diatomeas, y ya de adultos consumen algas macroscópicas que están adheridas al sustrato.
El cultivo de la oreja de mar comenzó hace más de 80 años en Japón, y se practica actualmente con éxito en varios lugares del mundo. Tanto en Japón como en México, hace ya algún tiempo, se ha venido utilizando para el cultivo de abulón un método básico (16), consistente en transportar ejemplares maduros de los bancos naturales a estanques de hormigón exteriores. En estos estanques, elevando la temperatura del agua por medio de la radiación solar o con rayos ultravioleta, se induce el desove. Una vez que las larvas que en un principio son planctónicas, están cerca de su estadio bentónico, se pasan a recipientes de plástico y se les proporcionan diatomeas como alimento, hasta que alcanzan tallas de centímetros para trasplantarlas a piletas exteriores, donde terminan su desarrollo.
Si bien, la tecnología de cultivo de algunas especies de oreja de mar está totalmente desarrollada (17), a la hora de cultivar nuevas especies, como es el caso de Haliotis tuberculata (la variedad europea de Haliotis), según algunos la mejor) hay que adaptar la tecnología existente a las condiciones específicas de la especie, y al lugar en donde se desarrolla el cultivo.
El cultivo de oreja de mar se puede dividir en tres fases (17): el acondicionamiento de reproductores, la obténción de semilla y el engorde hasta la talla comercial. Las dos primeras fases se realizan en el criadero, mientras que la última en la granja de engorde. El criadero suele ser una instalación cubierta situada en tierra firme, y requiere del control de las condiciones de cultivo: temperatura, filtración y de la esterilización de grandes volúmenes de agua. El producto final de un criadero es la semilla de oreja de mar. Se denomina semilla a los ejemplares de una talla aproximada de 10 mm en longitud de concha, que son capaces de alimentarse de macroalgas frescas.
Normalmente el acondicionamiento de reproductores, esto es el mantenimiento de individuos adultos bajo condiciones favorables, que garanticen una maduración correcta de las gónadas, y puestas exitosas en el momento y condiciones deseadas, se realiza en una sala destinada a este fin, donde se mantienen los reproductores y se realizan las puestas inducidas y la fertilización. Durante el acondiciona-miento es necesario que los reproductores se encuentren en óptimas condiciones. En este sentido la temperatura, la alimentación, la iluminación, la calidad del agua y los cuidados de los animales son factores que hay que tener muy en consideración.
La manipulación de la temperatura permite la obtención de puestas en cualquier momento del año a la vez que una alimentación adecuada es esencial para un desarrollo óptimo de la gónada. Aunque se han diseñado dietas artificiales específicas para el acondicionamiento de reproductores, se recomienda la utilización de macroalgas frescas dada la poca estabilidad del pienso en el agua.
No parece que el fotoperiodo, durante el periodo de acondicionamiento, influya en la maduración de la gónada, y se observa una correcta maduración tanto en un régimen de 24 horas de luz, como en uno 24 horas de oscuridad. La práctica más extendida es el acondicionamiento en un régimen de 12 horas luz y 12 horas oscuridad.
       Teniendo en cuenta que la oreja de mar es un animal fotofóbico, se aconseja durante el periodo de acondiciona-miento mantener una intensidad de luz baja. Así mismo, es aconsejable incorporar refugios en los tanques de acondicionamiento, imitando las rocas y recovecos de la naturaleza donde la oreja de mar vive durante las horas de luz.
Los factores que más van a influir en la calidad del agua y que habrá de tener en cuenta son: un diseño adecuado de los tanques, una alta tasa de renovación del agua, una apropiada densidad de cultivo, una apropiada estrategia de alimentación y la eliminación regular de desechos.
Y por lo que se refiere al cuidado de los animales decir que en cualquier sistema de cultivo es fundamental que los animales se encuentren sanos, y no hay que olvidar que las especies sometidas a cultivo son un medio apropiado para el desarrollo de enfermedades e infestaciones, ya que los animales se encuentran hacinados en un espacio limitado. En este sentido, se debe evitar cualquier herida y la proliferación de enfermedades y/o infestaciones de parásitos.
Los reproductores pueden capturarse del medio natural, o pueden obtenerse en las granjas de cultivo escogiendo los individuos que han alcanzado la madurez sexual.
       Si bien las puestas naturales son aprovechables en los criaderos de oreja de mar, la inducción a la puesta presenta la ventaja de obtener huevos en un momento predecible. Hoy en día se conocen numerosas técnicas para inducir el desove:
-Método físico: se basa en la exposición prolongada de los reproductores al aire y/o en someter a los animales a cambios de temperatura.
-Método químico: se basa en un aumento de pH y/o en la dilución de hormonas o gametos de la misma especie, en el agua que contiene los reproductores.
-Exposición a Rayos Ultravioleta: consiste en hacer pasar el agua del cultivo que abastece al tanque de puesta, a través de una cámara con una bombilla de UV, de donde sale desionizada.
-Método del Peróxido de Hidrógeno: consiste en añadir peróxido de hidrógeno (H2O2) diluido en el agua.
Si el estímulo de inducción a la puesta tiene éxito, se produce la liberación del esperma y de los óvulos y la consiguiente fertilización, que para que sea exitosa es importante añadir la cantidad adecuada de espermatozoides en el volumen de agua que contiene los huevos. La concentración óptima de esperma varía entre las especies de oreja de mar, y se estima que está en un rango de entre 105 y 106 espermatozoides/ml.
La eclosión de los huevos y el cultivo larvario (fase pelágica), se realiza normalmente en otra sala en tanques diseñados para este fin. Cuando se acerca el momento de la fijación y de la metamorfosis, las larvas son transferidas a otros tanques provistos de placas de plástico para aumentar la superficie de fijación, cubiertas de films de diatomeas como sustratos de fijación y alimentación para el crecimiento de las post-larvas. Esta es una fase crítica del cultivo, donde la mortalidad post-larvaria puede alcanzar un 90%, en los dos siguientes meses a la fijación, y requiere del cultivo de diatomeas en condiciones controladas para abastecer de alimento a las post-larvas.
La fase de engorde comprende el cultivo de las semillas hasta alcanzar la talla comercial. Esta etapa del cultivo permite una mayor diversidad de las instalaciones, pudiendo realizarse en tierra firme (en tanques), o en diferentes tipos de estructuras en el medio marino (jaulas, barriles, nasas, etc.). Recientemente, se ha prestado atención al cultivo en sistemas integrados por oreja de mar-macroalgas-oreja de mar y peces-macroalgas-oreja de mar.

Referencias.

 (1) Domesticación / Apicultura Wiki / FANDON powered by Wikia
apicultura.wikia.com/wiki/Domesticación

(2) [PDF] 163 Miel y abejas europeas en América JaimeLOREN - iduS
https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/39977/163.pdf?sequence=1

(3) Explora la Agrociencia: Abejas Domesticación e Importancia
exploralaagrociencia.blogspot.com/2010/04/abejas-domesticacion-e-importancia.html

(4) Historia-de-la-apicultura-evolucion-y-conceptos-basicos - apiADS
www.apiads.es/.../apihistoria.../21-historia-de-la-apicultura-evolucion-y-conceptos-bas...

(5) Domesticación - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.wikipedia.org/wiki/Domesticación

(6) Miel de abejas: un dulce manjar de la Edad de Piedra - Ancient Origins
www.ancient-origins.es/noticias.../miel-abejas-un-dulce-manjar-la-edad-piedra-00309...


(7) El gusano de seda revela su historia de más de 5.000 años / Edición...
https://elpais.com › Futuro

(8) Bombys mandarina: BOMBYS MANDARINA en cautividad
bombyx-mandarina.blogspot.com/2009/07/bombyx-mandarina-en-cautividad.html

(9) Sericicultura
https://es.wikipedia.org/wiki/Sericicultura

(10) Historia y leyenda del gusano de seda El gusano... - Actiludis
https://www.actiludis.com/wp-content/uploads/2009/03/el-gusano-de-seda.pdf

(11) Comercialización de caracoñes - Ruralcat
ruralcat.gencat.cat/c/document_library/get_file?uuid=921bd05e-261d-4f6e...

(12) Helicicultura moderna en España
www.racve.es/publicaciones/helicicultura-moderna-en-espana/

(13) La cría del caracol - ancec
www.ancec.org/fotos/arxius/LA%20CRÍA%20DEL%20Helix%20Aspersa.doc

(14) El caracol, un plato con historia. - Caracoles La Costa
caracoleslacosta.com/el-caracol-un-plato-con-historia/

(15) Artes de pesca: Vamos a pescar oreja de mar
tintorero-wwwartesdepesca.blogspot.com/2013/05/vamos-pescar-oreja-de-mar.html

(16) Pesquería del abulón – Biblioteca Digital ILCE
bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/087/htm/sec_12.htm

(17) Aspectos reproductivos y acondicionamiento de reproductores de Haliotis tuberculata coccinea. Tesis doctoral Amaia Bilbao Villena. 2012.
https://acceda.ulpgc.es:8443/xmlui/bitstream/10553/.../4/0665881_00000_0000.pdf





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