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LA DOMESTICACIÓN DE LAS AVES
Las gallinas. Las palomas. Los pavos. Las
ocas, gansos o ansarones. Los patos. Las codornices. Los Faisanes. Las perdices.
Los avestruces. Las aves rapaces.
Como
ya se comentó el número de aves domesticadas es muy bajo, ya que de las 10.000
existentes sólo se han domesticado, si excluimos las que lo fueron con fines
ornamentales, apenas una docena. Siendo las más populares por orden de
antigüedad, las gallinas, que se domesticaron hace 7.000 años en la India, las
palomas, hace más de 5.000 años en el Oriente Próximo, los pavos, hace 4.000 ó
5.000 años, las ocas, hace 4.000 años en Asia Menor, los patos hace 2.000 años,
las codornices, domesticadas en China en el siglo XI, y más recientemente los
faisanes, las perdices y los avestruces.
La domesticación de las gallinas.
Siguiendo este orden comenzaremos por la
domesticación de la gallina. En un principio las gallinas debieron de ser aves de caza,
que poco a poco el hombre fue domesticando, se cree que ya el hombre neolítico
utilizaba estas aves para consumir sus huevos sin matarlas, de forma que las
gallinas vivían alrededor de los asentamientos, sin que el hombre neolítico las
cuidara o alimentara, sino que simplemente se servía de ellas y ellas solas, se
tendrían que buscar su alimento.
Hay casi unanimidad en considerar como el antepasado de la gallina doméstica (Gallus Gallus domésticus) a la especie salvaje Gallo Bankiva (Gallus gallus) del sudeste asiático, con algo de hibridación del
gallo gris (Gallus sonneratii). Estudios genéticos sugieren (1)
que ha existido más de un centro de domesticación. Como mínimo, los datos
arqueológicos sugieren la existencia de un centro de domesticación alrededor
del valle del Indo (Pakistán) hace unos 5.000 años y otro situado en la China
oriental de hace unos 7.500-8.000 años. Estas técnicas de domesticación de
las gallinas se fueron extendiendo
hacia el oeste, así hay datos de que los antiguos persas y asirios ya conocían
la domesticación de las gallinas.
Aproximadamente en
el 2.000 a. C.
las gallinas llegaron a Oriente Medio y en 1.500 a. C. habían llegado a Egipto, donde se criaban
pollos y aplicaban la incubación artificial. Además de consumirse su carne y
sus huevos, se usaban como ofrenda ritual en los cultos
religiosos. Por medio de los fenicios estas prácticas pasaron a Europa en la Edad del
Bronce. Es en la civilización romana donde la avicultura adquiere gran difusión
y se empieza a desarrollar su estudio.
Lo más seguro, aunque no haya prueba de ello, es que la
avicultura, llegó a España de manos de los romanos, siendo los musulmanes
españoles quienes verdaderamente la impulsaron y adquiriendo grandes
conocimientos y gran destreza en su práctica.
De España pasó a América con el descubrimiento. Se
cree que la gallina fue el primer animal europeo que pisó América (2),
dado que Colón embarcó gallinas en su segundo viaje. No obstante, hay antecedentes de que en Chile, antes de la llegada de los europeos, los mapuches criaban una gallina con características especiales,
la gallina mapuche. En cualquier
caso no es hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando surgen las principales
razas, como la White Leghorn, la New Hampshire y la Plymouth Rock.
Domesticación de las palomas.
Siguiendo
en el mismo orden de antigüedad nos encontramos con las palomas, que fueron domesticadas, hace entre 5.000 y 10.000
años (3), a partir de la paloma bravía (Columba
livia), nativa
del sur de Eurasia y el norte
de África,
dando lugar a la paloma domestica (Columba livia domestica), que se ha usado para el consumo de su carne, como
mensajera y como mascota. La
domesticación tuvo lugar en una zona que ocuparía todo el Oriente
Próximo: una franja que iría de Turquía a la
antigua Persia, abarcando todo el Mediterráneo hasta Egipto. El fósil de paloma
más antiguo tiene 30 millones de años.
En la península Ibérica las primeras referencias de palomas domésticas
son del siglo XI a. de C., en Cádiz (3).
Se admite entonces, que todas las razas de
palomas domésticas proceden de la paloma bravía, con la que se cruza, aunque
sin olvidar que la paloma bravía, a su vez, se ha hibridado con otras especies
de palomas de diferentes partes del mundo.
En la voz y en el comportamiento, las Palomas Bravías y las
urbanas son prácticamente idénticas. En cuanto al plumaje, los hay de todo tipo
a causa de la domesticación. Las palomas que se ven en las ciudades son palomas
domésticas asilvestradas que con el transcurrir de las generaciones y habiendo
cesado la manipulación genética, tienden a recuperar la forma y el plumaje
primitivos. En la actualidad existen
numerosas razas y
variedades de palomas, de diversos tamaños, colores y formas; aunque todas
conservan el obispillo blanco, y la mayoría tienen las dos bandas oscuras en
las alas características de la especie.
Domesticación
del pavo.
El pavo domestico procede del guajalote o pavo
salvaje mexicano (Meleagris gallopavo gallopavo), una
subespecie del pavo salvaje común (Meleagris gallopavo), especie que aún vive
en los bosques de América del Norte. El
Pavo mexicano es el ancestro de todos los pavos domésticos consumidos hoy en
día en el mundo. A pesar de los indicios de diferentes lugares
de domesticación de otras subespecies, únicamente permaneció como doméstica la
subespecie de Meleagris gallopavo
gallopavo domesticada en México y es la que ha perdurado hasta la fecha.
La domesticación del guajolote, que fue el primer animal
domesticado en Mexico, ocurrió hace unos 4.000 o 5.000 años, en la parte sur
del Altiplano y de ahí se dispersó en todas direcciones (4). Diversos
autores indican que (5): “En el actual estado de
Michoacán, la cultura purépecha posiblemente fue la responsable de la
domesticación; dicha hipótesis se basa en el extenso uso de la especie para el
aprovechamiento de sus huesos y plumas en la elaboración de adornos; se ha
señalado también que para dicha cultura no tuvo importancia su uso como
alimento”. No obstante, en el Período de 3.500 a 1.800
años a. C., el guajolote ya había alcanzado un valor especial como fuente de
carne, pues sus restos aparecen frecuentemente entre los materiales de lo que
algún día fueron aldeas y centros preurbanos, y en el 1.800 a. C. en
Teotihuacán existían sectores de la población especializada en su crianza (4).
Así mismo, en Oaxaca se han encontrado huevos de pavo domesticado
de hace 1.500 años utilizados como ofrendas en rituales (6): "El hecho de que vemos un conjunto completo de
huevos de pavo sin eclosionar, junto con otros huesos de pavo juveniles y
adultos cerca, nos dice que estas aves fueron domesticadas". "Ayuda a
confirmar información histórica sobre el uso de pavos en la zona". Hace
1.500 años en Oaxaca, las únicas fuentes de carne domésticas eran pavos y
perros.
Para
la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (4),
el posible lugar de domesticación del guajolote es cerca del estado de Oaxaca,
en fecha incierta pero posiblemente en la época correspondiente al Neolítico
Europeo. Y estudios más recientes (7) han podido confirmar que en
Guatemala se habían domesticado pavos, mil años antes de lo creído, a partir
del Meleagris
gallopavo gallopavo, conocido popularmente
como pavo mexicano. El
descubrimiento de los huesos de pavo en un sitio al sur del área natural de
distribución geográfica del animal indica que algunos ejemplares de la especie
fueron transportados desde su zona de origen hasta el territorio ocupado por la
cultura maya.
Por
otra parte, existe evidencia arqueo zoológica (7) de que la cultura
Anasazi de Arizona, domesticó una subespecie de guajolote conocida como "Large Indian Domestic" e
identificada como Meleagris gallopavo merriami; y que la población
silvestre actual, es descendiente de dichas aves asilvestradas; sin embargo, la
domesticación de ésta subespecie no permaneció hasta nuestros días. Existe
también evidencia que la cultura Mogollón en el área de Nuevo México, domesticó
la subespecie extinta de Meleagris gallopavo tularosa. A pesar de
los indicios de diferentes lugares de domesticación de otras subespecies,
únicamente permaneció como doméstica la subespecie de Meleagris
gallopavo gallopavo domesticada
en México y es la que ha perdurado hasta la fecha.
La domesticación de las ocas, gansos o
ansarones.
Las
ocas, gansos o ansarones domésticos (Anser
anser domesticus), que como dice el refrán: “Oca,
ganso y ansarón tres cosas distintas parecen, pero una sola cosa son”, proceden
de dos líneas distintas de gansos salvajes: El “Anser anser” que es original de Europa y el “Anser cyignoides” que es originario de Asia. Las ocas de Europa,
norte de África y Oeste de Asia provienen del Anser anser, mientras que los gansos u ocas chinas provienen del ganso cisne Anser cygnoide. A partir de
ser domesticadas ambas especies, salieron de ellas todos las ocas obtenidas desde la antigüedad como aves de corral por su carne, huevos y plumas.
No obstante, se disponen de pocos datos acerca de
la domesticación de las ocas.
Se
admite que pudieron existir diversas zonas en las que se produjo su
domesticación. Existen
evidencias de domesticación en Asia Menor del 4.000 a.C. En Egipto parece ser
que se domesticó tanto la oca común como la oca egipcia (Alopochen
aegyptiacus) hacia el 2.500 a.C (3), aunque se
han encontrado trazas de su crianza 4.000 años antes de Cristo
en la tumba del faraón Tea, en la ciudad de Memphis (8).
En
Europa, es posible que antes de las civilizaciones mediterráneas las tribus
germánicas ya hubieran domesticado la oca común. En Grecia, ya se conocía en su
estado doméstico hacia el 1.000 a.C. y los romanos ya sabían cómo engordarla y
aumentar su hígado para elaborar el “Pate
de foie-grass”.
Como
consecuencia de la domesticación, que ya dijimos tenía como finalidad
aprovechar la carne, los huevos y las plumas, las ocas domesticas resultaron de
mayor tamaño que sus parientes silvestres, a la vez que ponen más huevos. Sin
embargo, el efecto en el color del plumaje ha sido variable, así mientras unas
perdieron los tonos castaño oscuro típico de los gansos silvestres, para dar
animales de plumaje completamente blanco, otras retienen
un color del plumaje similar al de las especies originales.
Domesticación de los patos.
Los
patos se domesticaron, hace miles de años, a partir del pato Mallard o ánade
real (Anas
platyrhynchos) que es un pato silvestre que vive y se reproduce en
zona de clima templado e incluso subtropicales en América, Europa, Asia y
África del norte, dando lugar a la mayor parte de los patos domésticos (a
excepción del pato criollo que es de origen americano).
Nadie sabe con certeza cuando se
empezaron a domesticar los patos, pero hay evidencias que sugieren que los
egipcios usaban patos en sus sacrificios religiosos y, posiblemente, también se
criaban para comer. Se ha observado imágenes en jeroglíficos
egipcios con más de 4.000 años de antigüedad, donde se documenta la
domesticación de patos (9). Al Sudeste de Asia también criaban patos en cautiverio antes del 500 a.C.,
y en la época del imperio romano el pato
ya
se criaba con fines alimenticios.
A
diferencia de lo que ocurre con otras aves de corral al domesticarlas, el pato
doméstico conserva aún muchas características heredadas de su ancestro salvaje,
lo cual le hace ser un animal muy resistente.
Como ya se ha dicho, solo hay un pato domes-tico que no es descendiente del
Mallard; es el pato criollo, moscovita, negro, bragado o más comúnmente
conocido como pato real (Cairina moschata domestica). Esta subespecie de pato doméstico
proviene de la subespecie silvestre Cairina moschata sylvestris,
natural del Centro y el Sur de América, que fue domesticado en Mexico, Colombia
y Perú desde tiempos precolombinos (9) y criado por las comunidades rurles en prácticamente toda Latinoamérica,
pero generalmente mantenido en grupos o lotes pequeños, formando parte de las
aves de patio o de corral de las viviendas rurales (10). Los conquistadores españoles lo trajeron a España al
regresar de un viaje en el siglo XVI, donde también se les conoce popularmente
como pato casero, carraco, pato mudo, pato de Barbería y pato almizclado.
Como consecuencia de los manejos sufridos
en el proceso de domesticación y la selección realizada por el hombre, los patos
criollos presentan importantes variaciones en relación a sus ancestros (10):
se han hecho más pesados, y por
ello han perdido la capacidad de volar largas distancias. Su plumaje suele ser
menos lustroso y más variable, siendo muy comunes los ejemplares con vientre,
cuello y rostro blancuzcos. Los colores no son siempre uniformes en todos los
individuos: hay ejemplares totalmente blancos o sólo negros, así como grises,
marrones y con diferentes combinaciones de estos colores.
La
domesticación de la codorniz.
La codorniz como la gallina, el faisán y el pavo pertenece
a la familia Phasianoidea de la orden
galliforme. El Coturnix coturnix o codorniz común es un ave migratoria de Asia,
África y Europa. Las especies más importantes son la codorniz europea o Coturnix coturnix coturnix, y la
codorniz asiática o japonesa Coturnix
coturnix japónica.
En documentos tan antiguos como la
Biblia, ya se hace mención a la captura de cantidades importantes de codornices
por los egipcios, a donde llegarían exhaustas desde Europa después de cruzar el
Mediterráneo en sus migraciones, lo que facilitaría su caza o captura, aunque
eso no quiere decir que hubieran podido ser domesticadas o criadas en
cautiverio. Una subespecie que comúnmente emigraba entre
Europa y Asia fue la que eventualmente empezó a ser domesticada en el siglo XI,
como mascota, en China (11), de donde fue llevada a través de Corea
a Japón.
Los primeros registros escritos sobre la domesticación de
la codorniz en Japón datan del siglo XII (12). Estas aves fueron
inicialmente criadas por su canto, hecho que cambió después de la noticia de
que el Emperador de Japón se había curado de tuberculosis gracias a una dieta a
base de carne de codorniz y a
partir de la segunda mitad del siglo XIX, la codorniz empezó a ser seleccionada
con el propósito de producir carne y huevos.
Esta
codorniz originaria de China, luego llevada a Japón, de donde salió en el siglo
XII a Europa y luego al resto del mundo ya domesticada, es
la subespecie Coturnix
coturnix japónica, también conocida como: codorniz común, codorniz oriental,
codorniz asiática, codorniz faraona, codorniz pecho rojo, codorniz real y
codorniz real japonesa.
Domesticación del
faisán.
El faisán común o faisán vulgar
(Phasianus colchicus) es un ave
galliforme de la familia Phasianidae originaria
del Asia templada, que ha sido introducido en
otros continentes. A Europa llegaron a comienzos del siglo XVI (13),
momento a partir del cual los faisanes fueron sometidos a diversos cruzamientos
con otras variedades de diverso e indeterminado origen, y que dieron lugar a la
formación del tipo de faisanes que es posible observar en la actualidad en
todos los países del continente. Se adaptaron en muchas zonas, reproduciéndose
bien en cautiverio. No obstante, no son verdaderos faisanes salvajes los que viven en estos
lugares fuera de su tierra natal porque dependen del ser humano que
continuamente hace nuevas reintroducciones criándolos previamente en granjas
destinadas para ello.
Los que podríamos llamar
faisanes domésticos, aunque también se podría decir que son simplemente
faisanes amansados, provienen
de un cruce entre distintas razas (más correctamente se habla de subespecies
del faisán salvaje (phaisanus colchicus).
Aunque los términos
amansamiento y domesticación, pudieran parecer sinónimos no lo son existiendo
una gran diferencia entre ellos (14). El amansamiento se da cuando
ciertos animales salvajes aceptan la convivencia con el hombre que les proporciona
buen trato, alimentación y refugio, pero esta convivencia no es plena y en cualquier
momento puede aflorar su instinto salvaje e intenta huir buscando la plena
libertad. A diferencia de lo anterior, el animal domesticado acepta la vida que
le proporciona el hombre, mantiene su capacidad reproductiva y renuncia a
volver a su estado salvaje.
Aunque se podría decir que
los faisanes aceptaron la vida en cautividad, su grado de domesticación no es
comparable, por ejemplo, con el de las gallinas. Así, no todas las especies de
faisanes están igualmente adaptadas al cautiverio: algunas se crían con
bastante facilidad, la capacidad de puesta es abundante y no necesitan cuidados
especiales; otras, en cambio, presentan ciertas dificultadas para la cría en
cautividad, pierden capacidad de puesta y casi por completo la capacidad de
incubar sus huevos, por lo que es corriente el retiro de los huevos que
deponen, utilizando para la reproducción maquinas incubadoras o gallinas
enanas. Por todo ello no podemos decir que los faisanes sean aves totalmente
domesticadas.
La
domesticación de las perdices.
Las perdices son aves no
migratorias de la misma familia que los pavos, gallinas, codornices y faisanes,
pertenecientes al género Alectoris que
incluye diversas especies de perdices del sur de Europa, norte
de África, Arabia, y a través de Asia al Tíbet y el oeste
de China. Este género también se ha introducido
en Norteamérica, Canadá, Nueva Zelanda, Hawái.
Bajo el nombre de perdices rojas, caracterizadas por poseer
patas y picos de color rojo, se engloban siete especies diferentes: Alectoris
rufa (perdiz roja), Alectoris
chukar (perdiz chucar), Alectoris
graeca (perdiz griega), Alectoris
bárbara (perdiz morna), Alectoris magna (perdiz magna), Alectoris
malanocepphala (perdiz árabe) y Alectoris
philbyi (perdiz ginebrina). De todas las especies citadas,
la Alectoris rufa es la más codiciada en el mundo cinegético.
Se considera autóctona de la península ibérica, aunque diferentes
subespecies propician su distribución por otras partes del continente europeo e
islas.
Es precisamente esta especie de perdiz roja la que ha sido
domesticada o criada en cautividad en España, aunque como ya se explicó en el
apartado de los faisanes, es una domesticación a medio camino entre una
autentica domesticación y un amansamiento. Es la especie más criada en la actualidad.
El
proceso de domesticación o cría en cautividad de la perdiz roja en España
comenzó (15) en La Mancha, tras la Guerra Civil, cuando se observó
que la perdiz estaba desaparecido prácticamente, por lo que se encargó al
Ministerio de Agricultura su cría para repoblación de la zona, haciéndose en el
coto nacional de Quintos de Mora, en el municipio de Los Yébenes, Ciudad Real.
La cría en cautividad se intensifico a partir del último cuarto del siglo
pasado (16) con el fin de paliar la falta creciente de
ejemplares de perdices salvajes en muchas de las fincas de caza y algunos
territorios donde
cada vez escaseaban más.
Así pues, el
destino de las perdices criadas en cautividad es la repoblación, bien sea para
introducirlas en una zona donde nunca habitó, para volver a introducir la
especie en lugares de donde ha desaparecido o aumentar la población en zonas
donde ya cuentan con ejemplares de la misma especie. No obstante, también
existen granjas que se dedican a la venta de perdices para su consumo directo o
la producción de huevos para su posterior venta en supermercados y grandes
superficies.
Dado que
el fin principal y último de las perdices criadas en cautividad es la suelta en
el campo con fines cinegéticos, las granjas deben respetar
al máximo el comportamiento de las aves en la naturaleza desde la época de
formación de la pareja hasta la suelta. Las fases por las que atraviesa la cría
serían: la formación de parejas, la puesta, la incubación, la eclosión y la
suelta o venta de pollos.
La domesticación del avestruz.
El avestruz (Struthio camelus) es un ave grande que
no vuela, sino que es corredora. Se halla en África, y en tiempos pasados
también habitó en Oriente Medio. Es la más grande y la más pesada de las aves
que aún existen; puede alcanzar los tres metros de altura y pesar unos
180 kg.
Aunque se especula con que su doma se remonta a las civilizaciones antiguas de Asia, Babilonia y
Egipto, de las que hay referencias en jeroglíficos egipcios y asirios,
así como en la Biblia, en realidad no se
domesticaron hasta el siglo XIX. El avestruz doméstico es el avestruz de cuello negro o african black (Struthio camelus var. domesticus), de menor
tamaño que las otras subespecies de avestruces y menos agresivas, lo que
facilita el manejo en los criaderos, proviene del mestizaje desarrollado a
partir de las subespecies S. camelus
camelus y S.
camelus australis, por lo tanto, no existe en la naturaleza (17).
La domesticación tan tardía de avestruces
se explica por la localización de su hábitat natural, en el cual abundaban los
pueblos nómadas y cazadores, los cuales se dedicaron durante mucho tiempo a la
caza indiscriminada. Caza que continuó cada vez con más intensidad por el valor
de sus plumas hasta el punto que el censo de avestruces comenzó a disminuir claramente,
lo que llevo a que en Sudáfrica hacia 1.820, para protegerlas de la extinción,
se iniciase la cría y domesticación de estas aves (19). El objetivo
de las primeras granjas era la producción de plumas.
Aunque
esta industria de las plumas logró un gran éxito, entró
en crisis en los años veinte del siglo pasado lo que llevó a la práctica
desaparición de las granjas de avestruces. Pero a partir de los años 40
y con la intervención del gobierno de Sudáfrica se logró el resurgimiento de la
industria del avestruz, pero ahora el interés es la piel y en cierta medida
como subproducto, se comercializa la carne (18). Este resurgir en la
cría de avestruces, aunque con origen en Sudáfrica, pronto se extendió a otros países. Algunos países productores hoy
son: Sudáfrica, Namibia, Israel, Australia, EE.UU. Canadá, Francia, España,
Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Alemania, Ucrania, siendo la producción de
carne su principal actividad.
En
Europa la mayor parte de los avestruces que se crían son de cuello azul (Struthio camelus camelus), no existiendo
prácticamente ningún ejemplar de cuello rojo (Struthio camelus molybdophanes).
La domesticación de las aves rapaces.
Traemos
aquí a colación las aves rapaces empleadas en cetrería, esto es la actividad de cazar con estas aves, porque aunque
no están domesticadas, sí están adiestradas, de modo que se establece una
simbiosis entre hombre y animal, una
relación en la que ambas especies se benefician. El humano captura y liga al ave de presa al propio hombre,
por reflejos condicionados, y la entrena en la caza y en la fidelidad. Su
pájaro captura entonces otras aves o cualquier otro tipo de presa, generalmente
cuadrúpedos pequeños o medianos (conejos, liebres).
Las
aves rapaces son un grupo de aves depre-dadoras que pertenecen al orden Falconiforme de las que las más empleadas en la cetrería son (19):
- Los
halcones, y de estos el peregrino (Falco
peregrino), el gerifalte (Falco
rusticolos), el lanario (Falco
biarmicus), el sacre (Falco cherrug)
y el halcón de las praderas (Falco
mexicanus).
- Los
cernícalos; están el vulgar (Falco
tinnumculus) y el americano (Faco
sparverius).
- Los
gavilanes, y entre estos el gavilan vulgar (Accipiter nisus), el de Cooper o azor de
Cooper (Accipiter
cooperii ) el americano (Accipiter striatus ) y el azor norteño (Accipiter gentiles).
- Los
ratoneros, de estos el común también llamado águila ratonera o busardo (Buteo buteo) y el ratonero de cola roja
(Buteo jamaicensis), o busardo
colirrojo, gavilán colirrojo o aguililla de cola roja.
- Los
búhos, el real (Bubo bubo) y el nival
(Bubo scandiacus).
- El
esmerejón (Falco
columbarius).
-
Milano real (Falco columbarius).
- Aguililla de Harris (Parabuteo
unicinctus) conocida como busardo
mixto, busardo de Harris, peuco, gavilán mixto, gavilán acanelado o gavilán
rabiblanco.
-
Agila real o águila caudal (Aquila
chrysaetos).
Todas
estas aves rapaces comparten tres características (20): tienen picos
ganchudos con bordes afilados, sus patas, las cuales usan siempre para atrapar
su presa, tienen garras curvas y afiladas, y tienen visión binocular. Hay dos
grupos básicos de aves de presa: diurnas, que están activas durante el día, y
nocturnas, que están más activas en la noche. Incluidas en las rapaces diurnas
están los gavilanes, águilas, milanos, halcones y aguilillas. Las aves de presa
nocturnas incluyen los búhos y lechuzas. Los hábitos de la mayoría de los búhos
son nocturnos o crepusculares, aunque algunas especies son semidiurnas. Poseen
un cráneo redondeado, con grandes órbitas y un pico corto, curvado y ancho. Los
tarsos y metatarsos cortos y robustos, están generalmente cubiertos de pluma
que muchas veces cubren también la parte anterior de los dedos.
Aún
no se saben con exactitud los verdaderos orígenes de la cetrería, y con ello el
adiestramiento de aves rapaces, lo que sí es seguro es que es un arte y una
tradición milenaria. Es posible que se haya iniciado en China, ya que existen
muchas referencias sobre la práctica de la cetrería antes de Cristo. Llegó a
Europa occidental de mano de las invasiones godas y en la península la
introdujeron los visigodos. En Europa la época dorada de este arte y afición
fue la Edad Media (20). Se puede decir que más o menos desde el
siglo VI hasta el siglo XVI, en el que se practicaba la caza con halcones y
azores, disfrutó de su mayor auge y difusión. Esta técnica fue perdiendo terreno
frente a las novedosas armas de fuego.
En
Oriente, hogar de los mongoles nómadas descendientes de Gengis Khan es una
práctica bastante frecuente aún hoy en día, y es el método de subsistencia de
parte de la población nómada para cazar montados a caballo y con el equipo
adecuado: entrenan principalmente a águilas (19) las cuales cazan después de que estas han comido y
están demasiado cansadas para volar, echándoles una red encima confeccionada
por ellos mismos. A
continuación proceden a llevar la nueva rapaz al ger (tienda)
para mantenerla durante un mes en su interior para que se adapte a tacto,
sonidos y los movimientos que hacemos los humanos. Las dos o tres semanas
siguientes la llevarán sobre su puño, enseñándole a mantener el equilibrio a
galope y a no debatirse en el guante, y acabado esto le enseñarán la tarea más
importante: regresar al llamado del cetrero.
Hoy
en día, la cetrería, que se práctica de forma un poco distinta, está reconocida
por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Lo que supone el
reconocimiento mundial de un arte con más de 4.000 años de historia y que se
práctica en muchos países repartidos por
todo el planeta.
Lo
primero para proceder al entrenamiento de las aves es determinar el tipo de ave
rapaz de que disponemos, que según el origen
pueden ser (20):
-Niego. Son las aves que no importando su
edad, presenta comportamientos hacia el ser humano muy específicos tales como,
conducta filial, al piar cuando ve o escucha al hombre para pedir alimento,
ausencia de temor y en algunos casos agresividad o conductas agonistas, ya que
fueron extraídos del nido.
-Ramero o roquero. Son aves que fueron capturadas
cuando apenas sabían volar. Por lo que presentan dependencia hacia los padres,
o en este caso al hombre. Pueden adoptar un comportamiento de niego como atacar
objetos inanimados o piar por el alimento.
-Pasajero (juvenil). Es
aquella ave que ya es independiente, pero aún no tiene pareja o familia, ni ha
establecido su territorio. Por lo que se puede detectar fácilmente, ya que
independientemente de su desarrollo físico presenta una conducta de
desconfianza hacia el ser humano, dejándose alimentar pero intentando huir a la
menor provocación.
-Zahareño (adulto). Es un
ejemplar que fue extraído cuando ya tiene más de un año. Es un ave que le tendrá
miedo al hombre, por lo que no aceptará fácilmente alimento, dejando de comer
durante varios días. Reintegrándose fácilmente al medio silvestre sin necesidad
de rehabilitación conductual.
A
su vez, a la hora del entrenamiento hay que distinguir si las aves rapaces son de alto o de bajo vuelo. Si son de bajo vuelo,
las presas son por lo general roedores (ratones, liebres, conejos etc.) o aves
que son lentas; las representantes de estas rapaces son las águilas, las
aguilillas y los azores o gavilanes y principalmente se entrenan al guante. Si
son de alto vuelo, la caza se vuelve más especializada y se obtienen normalmente
presas como palomas, cercetas, garzas y patos entre otras. Esta cacería es
representativa de los halcones y se entrenan al señuelo. El señuelo es la imitación
de una presa (paloma, conejo), dependiendo a qué se vaya a introducir la rapaz.
Incluye una correa para voltearlo.
Una vez que disponemos del ave de
cetrería se procede al entrenamiento que tiene tres fases (20): 1)
Adiestramiento, 2) Entrenamiento y 3) Cacería.
1) Adiestramiento. Es clave como detonante de una relación de
complicidad entre el ave de presa y el hombre. El primer paso del
adiestramiento consiste en que el primer día se pesa al ave, se encaperuza para
privarla del sentido de la vista, se desvela a fin de que no duerman en una o
dos noches para que les domine el cansancio y no se le da de comer.
El desvelo consiste en mantener el ave
sobre el guante con la caperuza puesta durante toda la noche del primer día. En
el siguiente paso se le da de comer poco en el guante y se acaricia
cuidadosamente del pecho, las alas, el pico la cabeza, y si el ave lo permite,
las garras; esto con el fin de empezar a acostumbrar al ave al tacto humano,
puede ser directamente con la mano o con una pluma.
Posteriormente
se empercha: dependiendo del tipo del ave se decidirá qué tipo de percha es la adecuada,
la circular o la de arco.
2) Entrenamiento. El entrenamiento consiste en enseñar al ave algunas
órdenes, principalmente realizadas con silbato (subir al guante, regresar a la
percha, dar vuelos de un lugar a otro, seguir al cetrero, apartarse de la
presa, lance al señuelo). En el entrenamiento el ave obedecerá o responderá por
hambre, por ello es importante mantenerlo en su peso ideal de caza, que es de un 10% menos
del peso que tenía cuando era libre. Este es el peso apropiado para el
entrenamiento y lograrlo es lo que se conoce por templar. El peso se controla pesándolo diariamente.
En esta
fase se deberá acostumbrar al ave a comer en el guante para que
así cada vez que lo vea lo relacione, deberá subir a el directo de la percha o
banco, incluso ya deberá responder dando saltos o vuelos desde su posadero al
guante cada vez que el cetrero lo indique, colocando una picadita de alimento
aproximadamente de un centímetro, sobre el guante.
Después
de realizar y dominar esta técnica, el ave estará lista para el entrenamiento,
que será diferente si es de alto o bajo vuelo,
El
entrenamiento de alto vuelo, que sería el caso del halcón, consiste
principalmente en hacer que el ave se eleve adecuadamente para poder cazar la
presa, para este entrenamiento lo ideal sería realizarlo en espacios abiertos
donde el ave pueda volar incluso distancias largas y principalmente elevarse.
Para esto el cetrero lo atrae de la percha con
el señuelo o incluso soltándolo del guante, una vez que el halcón empiece a
volar, el cetrero lo ira acomodando o atrayendo hacia él girando el señuelo, y
cuando el halcón ataque el señuelo el cetrero lo esconderá ocasionando que se
vuelva a elevar, así será hasta que el halcón este posicionado a la altura
correcta indicando que ya quiere su presa, en este momento se le soltara una
paloma entera para que se le pueda escapar; y así elija tomar más altura, con
cada vez que se eleve a mas altura se le irán soltando presas un poco más fáciles
de cazar, si el halcón realiza exitosamente todas estas actividades se le premiara
permitiéndole cebarse (comer) en la presa.
Una
vez dominada toda esta técnica y que el halcón reaccione incluso aunque haya
perdido la presa, el halcón ya está listo para la cacería.
El entrenamiento de bajo vuelo es un poco
más fácil que el de alto vuelo puesto que no hay que enseñarle al ave a
elevarse. El ave parte del puño del halconero directamente hacia la caza. En
esta modalidad se cazan tanto animales de pelo (pequeños mamíferos) como de
pluma (pequeñas aves). El terreno puede estar sucio de vegetación.
3)
Cacería. En esta tercera y última fase el halcón ya cumplió con todo su
entrenamiento y está listo para la cacería. Para esto se necesita un lugar
abierto y libre de contacto humano donde se puedan localizar las presas del
ave. Es aquí donde el hombre y el ave ya forman una simbiosis biológica, donde
cetrero y ave se unen para lograr una caza exitosa.
Referencias.
(1) Manual de avicultura
Guia avicultura - Universidad Castilla La Mancha
https://previa.uclm.es/profesorado/produccionanimal/.../guia%20avicultura castellana.p...
(2) Gallus gallus domesticus
(3)
Gallinas, ocas y palomas
www.rac.uab.es/AUScas.htm
(4)
Historia
natural, domesticación y distribución del guajolote (Meleagris gallopavo)
en México
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci arttxt&pid=S0186...
(5)
Historia, domesticación y situación actual del guajolote (Meleagris gallopavo
gallopavo) en México
www.itvalleoaxaca.edu.mx/posgradoitvo/.../docs/.../RMAE-2014-13%20Review.pdf
(6)
Oaxaca, México: Domesticación del pavo hace 1500 años antropologianutricion.org/pavo.html
(7) Pavos
domesticados mil años antes de lo creído
noticiasdelaciencia.com/not/4999/pavos-domesticados-mil-anos-antes-de-lo-creido/
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(8) Ocas o gansos
https://lostilos.jimdo.com/razas-de-nuestras-ocas
bmeditores.mx/origen-y-domesticacion-del-pato/
(10) Pato
criollo. Cairina moschata.
https://es.wikipedia.org/wiki/Cairina_moschata
(11) Historia de la codorniz en el mundo y en Venezuela
codornizvipraca.com/historia-de-la-codorniz-en-el-mundo-y-en-venezuela/
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(12) Cria de codornices (Coturnicultura)
timy-criadecodornices.blogspot.com/2009/05/cria-de-codornices-coturnicultura.html
timy-criadecodornices.blogspot.com/2009/05/cria-de-codornices-coturnicultura.html
(13) Phasianus.
(14) Faisanes: ¿Cual es la diferencia entre el manso y el domestico?
faisan-peru.blogspot.com/2009/03/cual-es-la-diferencia-entre-manso-y.html
(15) La perdiz roja, protagonista de la jornada de NANTA León
seleccionesavicolas.com/.../6662-la-perdiz-roja-protagonista-de-la-jornada-de-nanta-e...
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(16) Cría
de perdices
www.perdices.com/cria-de-perdices/
(17) Struthio camelus - Wikipedia, la enciclopedia libre
(18) UHB - DDD - UAB
https://ddd.uab.cat/pib/selavi/selavi.../selavi_a1993m8v35n8p533.pdf
(19) Cetreria - Wikipedia, la enciclopedis libre
Universidad del estado de
México. Tesis de licenciatura en
medicina veterinaria y zootecnia. Samantha Miranda Escamillari.uamex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/30810/TESIS.pdf?sequence=1
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